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Cambios en la escuela, cambios en la sociedad

Tengo la suerte de ir a una escuela pública del barrio, una escuela sin pretensiones que va haciendo cambios a pulmón poniendo mucho voluntariado de familias y buen hacer de claustro.

Gracias a eso, he podido participar de primera mano y vivenciar el enorme cambio y vuelco que está dando la educación sin que me lo expliquen sino viéndolo pasar, día a día.

El nuevo paradigma en educación está plagado de metodología de Design Thinking y por eso quise escribir este post.

Los diseñadores, por fin, estamos conquistando el mundo. O al menos, la manera de pensar de los diseñadores se está convirtiendo en la panacea adonde queremos llegar.

Queremos que nuestros hijos piensen y cuestionen el mundo como lo hacen los diseñadores, para que así puedan repensarlo y cambiarlo.

En el mundo empresarial se busca lo mismo, pero no parten de una materia tan sensible y fresca como en la escuela y es por eso que los cambios en uno y otro sitio, van a otras velocidades.

Ecosistema educativo y ecosistema empresa, las similitudes son muy elocuentes.

1. Proyectos sobre asignaturas

A los niños se les plantea un reto que implique bucear en diferentes áreas de conocimiento para impulsar el aprendizaje a través de la motivación.

En las empresas nos encontramos con que queremos que nuestros empleados piensen fuera de la caja, pero no hemos hecho mas que ofrecer cajas hasta hace bien poco. Necesitaremos tiempo para que toda la estructura de la compañía piense y de lugar al pensamiento del diseñador como la norma.

2. El alumno es el centro

Las clases se orquestan pensando en las necesidades de los alumnos y no al revés. El aspecto emocional ha cobrado una importancia que a mis abuelos les horrorizaría. Importa que ese alumno esté motivado porque así dará lo mejor de sí.

En las empresas empezamos a hablar del bienestar del empleado como un activo que hay que cultivar. Por fin como sociedad nos hemos dado cuenta de una máxima de mi profesor de yoga: “Si no es con alegría, es porquería”

3. El juego como catalizador

Hasta hace bien poco a los niños los apartábamos del juego porque “ya son grandes” y es una pérdida de tiempo. Gracias a la filosofía Montessori hemos vuelto a pensar que el juego, para los niños, es una actividad pivotal. Hemos aprendido que los niños aprenden jugando, se equilibran emocionalmente jugando, descubren el mundo jugando. El juego, per se, es un gran catalizador de lo que tenemos dentro y nos permite conquistar el espacio exterior.

En las empresas y esto el Design Thinking lo potencia, necesitamos ecosistemas emocionales que den lugar a pasárselo bien y que permitan la distensión para que la creatividad y la innovación florezcan. El ambiente lúdico es un ecosistema emocional en donde la mayoría de los diseñadores hemos convivido. Desde que Google lo hace, ahora todas las empresas que son tradicionales, quieren sumarse a esta tendencia. El aspecto delicado es que no se trata de poner mesas de ping pong a empleados que los hemos cuadriculado sino de volver a enseñar a jugar.

4. Espacios amigables y estimulantes

Las escuelas están re-planteando sus espacios educativos y preguntándose si de verdad son adecuados para el clima emocional que quieren crear. Se replantean pupitres y sillas de la misma manera que re-plantean patios y hasta espacios infrautilizados como pasillos para re-conquistar la experiencia de aprender. Se trata de volver a crear la experiencia de aprender, dejando lo más importante, que los niños adquieran conocimiento, pero esta vez dándole sorpresa, dinamismo, conectando, en fin, con la incansable curiosidad de los peques.
En las empresas lo más fácil es empezar por lo exterior, cambiar el espacio, llamar al arquitecto de moda, dejarlo diáfano, colorido, moderno. No caigáis en esta tentación, lo exterior sólo es una expresión de lo que pasa dentro. A los empleados cuadriculados no puedes de repente ponerlos en un espacio de diseño porque no lo sentirán suyo y lo vivirán como algo incómodo y ajeno.

5. Co-crear espacios y experiencias

Aquí es donde se ven de verdad las tablas tanto en el mundo educativo como en el mundo empresarial. Co-crear es diseñar junto con tu alumno o empleado el mejor espacio de trabajo para él. Es darle alas y luego hacerlas realidad.

Co-crear es un ejercicio de teambuilding poderosísimo aunque la única condición es que eso se haga realidad. En el caso de la escuela, co-crear permite cohesionar claustro, familias, alumnos y monitores de comedor en un objetivo común.

En este video os presento diferentes proyectos de co-creación del espacio educativo teniendo en cuenta a quienes son nuestros usuarios. Pura metodología de Design Thinking.

 

Imagina si las empresas se tomaran en serio esto de hacer cambios y los convirtieran en cambios transversales y no horizontales. Imagina si en una empresa proponen a sus empleados que sean ellos mismos quienes re-diseñen y mejoren la gestión de tal proceso o que re-diseñen su espacio de pausa y de café.

Imagina si como empresa sólo pones a ese dinamizador, quien guía el proceso, pero el resto lo hacen los empleados.

Imagina si se lo pasa bien, re-descubren su lado creativo e innovador con un proyecto práctico que además se hará realidad.

Imagina el grado de motivación y de compromiso que lograrías de ese colaborador.

Carina Stinga

Estrategia & Comunicación visual

Profesora UOC | Mentora BCN Activa

Ayudo a empresas, organizaciones y profesionales a tener una identidad visual adecuada que fomente una comunicación acertada y enamore a sus clientes. Creo en la marca como el mayor intangible del negocio y trabajo para ayudarte a crear marcas que impactan.

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