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Flandes, destinos que se venden como productos.
Viajar es, hoy día, casi una commodity. Es accesible, el mundo se nos ha hecho pequeño y compramos destinos y ciudades como quien compra un perfume. Es por ello que la venta turística se parece cada vez más a la venta de productos. Vendemos emociones dirigidas a viajeros concretos a quienes hablamos en su lenguaje.
La Oficina de Turismo de Flandes ha encarado de esta manera los 4 dossiers que hemos tenido la suerte de desarrollar. Aglutinando conceptos de viaje para dirigirse a tipologias de viajeros. De esa manera se delimitan los nichos de mercado y se hace foco en targets concretos (turismo gastronómico, cicloturismo, turismo cultural, etcétera).
De un tiempo a esta parte, viajar se engloba en sub-géneros con características diferentes unos de otros. Viajar, al igual que vender, se han especializado tanto que ya no queda sitio para la propuesta generalista. De hecho, la propuesta generalista es aquella que, en el contexto de hiper información en que vivimos, se nos pasa por alto por no tener rasgo diferenciador ni gancho emocional.
Cuatro conceptos para vender el mismo destino
1. Flandes for Foodies.
Este dossier se dirige a los amantes del turismo gastronómico. Tiene el plus de enseñar las comidas típicas que probablemente no tengan tanto gancho (patatas fritas, mejillones, espárragos) y de unirlo a la cocina contemporánea enseñando la nueva generación de chefs menores de 30 años que han sido retratados de una manera muy atrevida y divertida para así poder comunicar que la gastronomía en Flandes mezcla tradición y modernidad.
2. Castillos de Flandes.
El dossier de castillos nos permite sumergirnos en el mundo más mágico, en paisajes de cuento y en bosques muy verdes. La ubicación de estas construcciones es su activo más valioso, y la que nos permite vincular el destino a la tipología de viaje familiar. Tenemos paisajes de cuento, personajes imaginarios que han vivido en estos castillos y espacios cómodos para viajar con niños.
3. Cervezas de Flandes.
Un dossier imprescindible para el público ibérico. Así como al referirnos a la gastronomía, debemos dar un plus para destacar por encima de la oferta que podemos encontrar en España, no es así en el apartado de cervezas. La tradición cervecera es, en Flandes, patrimonio cultural y económico. Existen numerosas cervezas de producción artesanal cuyo sitio de producción puede ser un monasterio. Además la tradición data de centenares de años, lo que asegura que la calidad del producto final es muy variada y muy alta.
4. Patrimonio de la Unesco.
Dirigido al turismo cultural, este dossier detalla las obras arquitectónicas de visita imprescindible si quieres volver de Flandes con más bagaje cultural del que has ido. Nos propone un paseo por los campanarios, los beatarios y las reliquias del Art Nouveau.
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