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Tengo un logo pero, ¿tengo una marca?
Para entender de qué hablamos es importante definir primero el concepto de logo y el concepto de marca ya que pueden parecerse, pero en esencia son conceptos diferentes.
Marca
Según Jacob Benbunan, CEO de la consultora de marca Saffron, una marca es una promesa de satisfacción, lo que sitúa a la marca en un sitio imaginario, mental e intangible. Una marca representa algo y es, por tanto, una percepción. Eso las hace complejas, deliciosas, inasibles y preciosas cuando son asertivas y adecuadas. De la misma manera que las hace invisibles cuando no llegan a decirnos algo y solo son un poco más de ruido.
Logotipo
Un logotipo, en cambio, es una tangibilización de esa marca, una representación. Su forma, concepto y estilo visual están pensados para que represente algo y que lo comunique. Sin embargo, un logotipo no tiene más alcance que eso, no es la marca ni podrá serlo. Diseñar un logotipo reviste una clara complejidad formal y comunicacional, como lo explico en este post, pero diseñar una marca es algo mucho más amplio y complejo.
Vivimos en la era de las marcas porque necesitamos faros que nos señalen el camino y que lo simplifiquen. Ya no tenemos tiempo de leer todos los catálogos y las características técnicas de todos los productos. Nos es más fácil confiar en la marca, en sus valores y en lo que representa.
Un logotipo será en este contexto, un elemento de expresión visual de esa marca, pero no es la marca en sí. De hecho, esa marca no se acaba en el logotipo sino que simplemente se expresa en él.
Entender el alcance de la marca y el alcance del logotipo es de vital importancia para situar el alcance comunicacional de un proyecto. Cuando empiezas creando un logotipo pero no piensas en la marca, el proyecto nace pequeño y en el futuro puede que te encuentres con esa limitación. Cuando, en cambio, empiezas pensando en una marca, el proyecto ya desde el papel tiene un alcance mayor.
Una marca habla, inspira y señala el camino. Un logotipo, en cambio, marca y funciona un poco como el sello del ganado. Es algo casi territorial. La marca es inasible y por eso inspira. El logo es lo que es y no hay mucho más que eso.
Nos hemos convertido en una sociedad muy compleja y donde antes el logotipo era suficiente ahora se ha quedado corto. Este cambio de modelo refleja un cambio social ya que necesitamos algo más que formas tangibles que digan cosas, necesitamos inspiración y mensajes envolventes que hablen sin que estén diciendo específicamente unas palabras u otras. Necesitamos hilos que nos indiquen un camino porque nuestra atención está demasiado dispersa como para montar el camino. La marca está allí, llenado todos estos huecos y cumpliendo todos estos requisitos mentales. En este post te explico más en detalle por qué el branding se ha puesto tan de moda.
Y tú, ¿tienes marca o tienes logotipo?
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