Olmo García es el CEO de Bold, al menos es así como él se presenta en su perfil de LinkedIn. Conozco a Bold desde que tenían su sede en calle Provenza, frente a la ex cárcel La Modelo en el Eixample de Barcelona. Allí por el 2007 se definían como “Brand Builders”, un concepto que, por supuesto, capturó mi atención.
Sigo su trayectoria desde entonces, los he visto crecer y hacerse grandes en el panorama del branding. No se han quedado con la etiqueta de ser diseñadores, si bien sus inicios se remontan a dar respuestas visuales a problemas de comunicación. Han sabido cuestionar los proyectos e incluso al cliente, preguntándose el por qué y el para qué. Con el tiempo han construido un método propio en el que unen estrategia y creatividad para dar respuestas con sentido.

Notas del podcast

Olmo García se viste como un consultor y estaba segura, antes de entrevistarlo, que era un perfil de negocio, más que un perfil de diseño.

Sin embargo, para mi sorpresa, es un diseñador de pura cepa que se ha hecho empresario en el negocio de la comunicación y la creatividad. Hablar de primera mano con alguien que empezó a los 15 años con el Corel Draw y que ha sabido evolucionar el enfoque del diseño (de quienes hacen a quienes piensan), es muy inspirador para el resto de profesionales.

Nos interesa conocer cómo evolucionamos nuestro propio perfil profesional para acompañar al cliente, qué necesitamos re-aprender para salirnos del perfil del “que hace dibujitos” y cómo se dirigen proyectos en que el diseñador se posiciona más como un consultor estratégico.

Algunos aspectos destacados:

1. Hacer el paso de «tirar hacia atrás» permite que el diseñador se involucre en los procesos antes de que las decisiones más tácticas estén ya tomadas.
2. El cliente es la razón de ser de tu negocio y hay que convertir eso en una visión de empresa.
3. Si lo que le presentamos al cliente no lo reta ni lo lleva más allá de sus límites, entonces no hemos hecho bien nuestro trabajo.
4. Cuando buscamos colaboradores para Bold lo que más nos importa es la actitud del candidato/a por encima de sus habilidades.

Si quieres montar tu propio estudio y te consideras un/a emprendedor/a en el negocio del diseño, conocer de primera mano casos cercanos, que han empezado como tu y como yo y que han sabido llegar más lejos, es un gran aprendizaje de donde podemos nutrirnos para ser profesionales más sólidos.

Del artículo de Rafa Soto en el monográfico Dinero, las dos caras del negocio creativo de la revista Gráffica me he quedado con esta cita… «Hace poco uno de los socios de uno de los grandes fondos de inversión americano me decía que las startups que tenían mejores ideas eran las de los diseñadores y los ingenieros, pero los que acababan consiguiendo el dinero eran las startups fundadas por personas de negocios«.

Encuentro que es una cita que resume muy bien lo que significa a veces el negocio creativo y por eso os invito a disfrutar de una entrevista en donde quien nos habla es de «nuestra misma raza» y nos explica cómo ha sabido evolucionar la visión del diseño para que el propio cliente la integre en sus procesos desde antes de definir el propio encargo.

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