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La era de las distracciones
Te preguntarás qué pintan las distracciones en un blog que habla de comunicación y te aseguro que todo. Lo primero que quiero que entiendas es que la comunicación pasa en la atención, o sea, captamos la atención y entonces, comunicamos (que es como dejar una semilla en el otro). De aquí podemos desprender la primera conclusión, la atención es lo contrario de la distracción.
Te explico brevemente de qué va la atención y de qué va la distracción para que entiendas cómo configuramos el mundo y puedas entender cómo actuar sobre ellas.
Atención
Tu atención eres tú. Donde está tu atención es donde estás tú, en este momento. La atención es un arma poderosa de construcción del mundo ya que lo monta y lo desmonta allí donde se posa.
Una manera de entender cómo funciona la atención es comparándola con una mariposa que va de flor en flor. En algunas flores, más sabrosas y más entretenidas, se está más rato y más quieta. En otras flores, menos interesantes e incluso más aburridas, se queda poco rato y se mueve, rápida e impaciente hacia la siguiente flor. Nuestra atención es esa mariposa, que se mueve de una actividad a la otra.
Si estás motivado y aquello que estás haciendo te interesa, tu atención se sumerge y se queda tranquila, como una mariposa en una flor sabrosa. Si en cambio, aquello que haces te resulta aburrido y no llegas a conectar con esa actividad, tu atención no llegará a quedar enganchada con la actividad y lo que hará será buscar cómo distraerse.
Distracción
Cuando no hay atención, hay distracción, esto es lo que equivale a estar en cualquier lado, a olvidarse lo que comimos ayer, a no registrar lo que está pasando, a ir con el piloto automático y a tener la sensación de que la vida pasa muy rápido sin que estés dándote cuenta. La distracción anida en el ruido y de ruido nuestro mundo está lleno.
El ruido puede ser mental, auditivo o visual.
Ruido mental
Hablamos de ruido mental, por ejemplo, cuando tenemos muchos chats de WhatsApp que nos bombardean con información que no acabamos de asimilar, sino que leemos rápido y en diagonal. Es ruido mental porque es un ruido que interrumpe lo que estás haciendo, detiene tu flujo natural y te hace funcionar a trompicones. Es un ruido que nos parece inocuo y que ni siquiera detectamos como ruido, hasta que un día te quedas si batería, logras apagar el móvil y puedes darte cuenta de todo lo que molesta estar enganchado a ese ruido externo.
Ruido auditivo
Es el ruido más fácil de entender, hace referencia a los sonidos estridentes que en vez de estar en nuestra conciencia de una manera sutil constituyen algo que nos molesta y nos incomoda. El ruido siempre tiene una connotación negativa, es ruido, y por tanto es desagradable.
Ruido visual
Aunque parece difícil de entender, el ruido también puede ser visual y, como en los ejemplos anteriores, hace referencia a la composición visual que tengamos enfrente como lo percibamos. Un ejemplo fácil de entender es el de un campo de golf o de un jardín japonés. Son espacios pulcros, limpios, diáfanos y eso es lo que nos transmiten y eso es lo que nos contagian. En mi caso, lo del ruido visual lo percibo mucho y me pasa sobre todo cuando vas a la casa de alguien y está ordenada, pero sin orden visual o sea, las cosas están en estanterías, pero esas estanterías no están diseñadas de manera visualmente armónica y elegante.
Como podrás imaginar, la comunicación tiene lugar en el espacio de atención, esto es, necesitas llamar la atención y posicionar tu mensaje por encima del ruido y de las distracciones. Para situarte en el espacio de la atención necesitarás dirigir tu mensaje de la manera más asertiva y personalizada posible, buscando los puntos de dolor y buscando ayudar a pasarlos.
Vivimos en la era de las distracciones porque los estímulos externos se han multiplicado y no hemos desarrollado barreras que nos defiendan. En muchos casos, somos esclavos de los móviles y de la tecnología, lo que nos convierte en seres muy distraídos. Por intentar estar en todos lados, no estamos en ninguno y por intentar estar informados, estamos más desinformados que nunca.
¿Cómo se construye entonces una comunicación en este contexto? Observando la atención, conociendo tu target al dedillo, hablándole en persona y sabiendo dónde encontrarlo, qué le duele y cómo solucionarlo.
Hoy necesitas ser un ninja de la comunicación para que tu mensaje llegue.
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