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Tendencias, si conoces el presente puedes avanzarte al futuro
Una tendencia es un cambio observable y persistente en el tiempo que puede cambiar una estructura social, como es el caso de las macro-tendencias, o que nace de un cambio individual, como en el caso de las micro-tendencias.
He tenido la suerte de participar en la jornada estratégica del Clúster del Diseño y gracias a Carla Montané he aprendido este concepto que os traigo hoy.
La sociología es la ciencia que nos ayuda a entender cómo vivimos, qué nos interesa, qué nos mueve y qué nos motiva para poder predecir y delimitar grandes macro y micro tendencias que constituyen una especie de rio o camino por donde discurre nuestro comportamiento como sociedad. A partir de este conocimiento puedes tomar decisiones más acordes al entorno en que existes como marca, como profesional, como organización y como entidad.
Estamos situados en la era líquida en que el cambio es la norma y todo es moldeable, re-planteable y adaptable. En este contexto podemos definir 7 tendencias actuales:
1. Innovadores
La innovación como concepto vende, nos enamora, nos emociona, nos hace sentir que tenemos el control de esta era, que las normas no están escritas, que todo lo podemos re-inventar.Dentro de los innovadores podemos nombrar a Ferran Adrià y su renovación de un sector como el de la restauración y la cocina llevada al concepto de performance, experimentación y arte.A nivel más individual, la web 2.0 (en donde es el usuario quien crea el contenido), nos ha permitido expresar nuestros gustos y preferencias, explicarlas y enseñarlas a nuestros allegados. Esto ha facilitado el nacimiento de un nuevo grupo de interés que son los brand-lovers, personas que crean contenido para las marcas que les gustan, les emocionan, les interesan.
Representan la punta de lanza de esta tendencia y es un grupo que es importante tener en cuenta a la hora de diseñar una estrategia de marca.
2. Movimiento ético
Podemos constatar que los valores están volviendo, que compramos ideas, que nos identificamos con posturas vitales que una marca nos puede brindar y eso nos hace decantar nuestra decisión de compra. De alguna manera, comprar es como votar. Cada vez más corporaciones están vigilando sus políticas de responsabilidad social corporativa como parte de su identidad global. Así mismo, podemos estar enterados de la huella ecológica de la producción de cada prenda de ropa. Todo esto son posicionamientos estratégicos de marcas que discurren en esta tendencia en donde los valores son los que nos dan identidad como individuos.
Ya no compras una pieza más, compras la idea que hay detrás de esa pieza, aunque en esencia la pieza es la misma.
3. Sociedad en femenino
A las mujeres nos ha llegado la hora de ser las heroinas de las películas dirigidas al gran público y eso, irrefutablemente, constata esta tendencia. En la última película de Los Increibles de Diseny Pixar es la mamá quien tiene la misión y es el papá quien se queda en casa cuidando a los niños. Esta tendencia refleja no solamente el papel protagonista de la mujer sino que empalma con valores de sociedades experimentadas desde lo femenino, en donde la cooperación, la colaboración, la co-creación, la comunicación empática y asertiva son valores deseados y buscados.
4. Empoderamiento de lo diferente
Otra gran señal de esta era líquida en que parece que por fin como sociedad nos podemos volver menos homogéneos y más variopintos. Las minorías como grupo de fuerza ahora tienen interés y poder. Merecen ser escuchadas y darles un lugar porque hay auténticas oportunidades de negocio mirando por allí.
5. Anhelo de participación y confianza
La crisis que empezó en el 2008 nos ha hecho dar cuenta que muchas cosas indeseables pueden estar pasando en nuestras narices sin que podamos verlas y, una vez desatadas, sin que podamos reaccionar a ellas. Esta crisis de confianza ha despertado el sentimiento de querer ser más partícipes como sociedad en aquello que está pasando y en aquello que está teniendo lugar ahora. Este tendencia se ilustra con los procesos participativos que están teniendo lugar en muchos espacios de la ciudad de Barcelona para que sean los usuarios quienes los piensen, los diseñen y así los hagan suyos de verdad.
6. Hibridación y transversalidad
Cuando llegué a Barcelona, hacia 1999, tú entrabas en un trabajo a hacer algo y esa tarea te acompañaba hasta el fin de tus días. Era inconcebible que sepas hacer otra cosa y muy pocas veces se te daba la oportunidad. La crisis nos ha obligado a hacer más con menos. Ahora la riqueza viene de que te hibrides, aprendas más allá de tu profesión principal, y que sepas trabajar en equipos multidisciplinares. Un diseñador que programa o un manager que controla el método de Design Thinking representan estos nuevos colaboradores con quienes nos vamos encontrando.
Las casillas ya no están tan limitadas ni tan definidas y allí reside la riqueza.
7. La revolución de la conciencia
Esta es mi tendencia favorita, aquella que me emociona ver escrita, tener la sensación de que estamos por fin en una época en que este tipo de lateralidad pueda tener lugar. Como sociedad ya lo tenemos todo, nos hemos dado cuenta que “tener” ensucia el planeta, poluciona el aire, no nos hace más felices y, al contrario, nos trae grandes dosis de ansiedad y de estrés. Sino, observen a los niños abriendo regalos en Navidad… No pueden dejar la atención quieta, esos estímulos los atabalan, los regalos se abren frenéticamente para dejarse de lado y pasar al siguiente regalo.
Sólo estamos estimulando la hormona del deseo, la misma que potencian las redes sociales y las drogas.
“Tener” por fin, para un gran grupo social, ha quedado obsoleto. Ahora nos importa “ser”. El concepto “ser” requiere todo un post para explicarlo, por ahora sólo os dejo con el concepto de que esta tendencia se refleja en organizaciones en donde se busca la plenitud y en consumidores conscientes que buscan algo más en aquello que compran. Esto nos lleva a un nuevo re-diseño de las organizaciones. El empleado ya no quiere la panera, quiere tener calidad de vida, un trabajo que lo motive y lo nutra así como tiempo personal.
Ahora mete todo esto en el entorno actual. Ponle una dosis de algoritmos personalizados, de tecnología que te da la respuesta que quieres porque sabe elegir de acuerdo a los datos que generas, qué es lo más adecuado para ti. Si has flipado con las cookies que saben cuando buscas un viaje y luego te persiguen por el resto de páginas que visitas con anuncios de este estilo, sólo te cuento que eso es precario y rudimentario y que la personalización fina aún está por venir.
En todo caso, saber lo que está pasando y tener modos de hacerlo visible, estudiarlo y medirlo es siempre un paso adelante que nos permite tomar decisiones más acertadas.
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