Otras tantas veces son emprendedores/as que se enfocan en investigar proyectos similares pero que no acaban de usar esa investigación para hacer una reflexión propia que les de pautas y soluciones internas.

Hace poco nos ha llegado un proyecto de estas características al que NO podemos ayudar porque no hay proyecto detrás por mucho que parezca que teniendo la idea de vender ese producto en realidad ya hay proyecto.

Por eso quería compartirte en este artículo cuáles son los tres aspectos esenciales que tienes que tener definidas antes de trabajar el logotipo.

01. ¿Qué solucionas?

El ejercicio de qué solucionas te ayuda a descubrir primero el problema para proponer luego una solución que tiene la forma de tu producto o servicio. Si no tienes aún la respuesta de qué solucionas, entonces todavía no sabes realmente lo que vendes. Puede que en realidad te estés obsesionando con la forma del producto (porque se te da muy bien hacer conservas, por ejemplo) pero si no observas el resto del cuadro, entonces esa información se queda en un punto genérico en que no es posible construir una propuesta diferente porque todavía no existe.

Salir a competir con tus mermeladas sin darle una vuelta a la idea para que tenga algo de especial es, hoy día, suicida por decirlo suavemente.

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¿Cómo enamorar con la comunicación de tu marca?

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02. ¿A quién?

Conocer a tu público es la clave para saber si lo que le propones está bien orientado. En este punto te dejo un ejemplo que me ha resultado muy relevante. En esta entrevista de Barcelona Activa Francesc Font, el emprendedor que está detrás de Incapto, nos explica que en su plan de negocio aquello que ofrecen estaba dirigido a nativos digitales y por eso tenían contemplado todo el ecosistema de comunicación digital como web, ecommerce, redes sociales, newsletter y demás. Sin embargo, a la hora de lanzarse al terreno aquello que proponían estaba captando la atención de gente mayor de 60 años por lo que han tenido que adaptar todo el proceso de venta a un usuario que necesita tutorización al hacer una compra. Esto los ha llevado a implantar un call center en donde fuera posible hacer todo el proceso de compra a través de llamadas de teléfono. Sin esa información y sin tener claro a quién le vendes puede resultar que tu producto sea muy bueno pero que no esté moviéndose en los canales adecuados para provocar la transacción.

03. ¿Dónde está la fuerza de lo que ofreces?

Aquí te cito de nuevo a Francesc Font cuando hablaba de que hay solo dos maneras de competir, o compites por precio o lo haces por propuesta de valor.

Te lo aclaro porque lo de precio yo también pensaba que era muriendo junto con el proyecto, pero, según nos explica, se trata de encontrar una forma de producir o de ofrecer un servicio que permita que bajen los costes no a costa de poner muchas horas sino porque aquello que planteas de alguna manera propone un atajo en el proceso.

Cuando hablamos de competir por valor hablamos de la propuesta de valor, aquello de único que ofrece tu producto o servicio. Recuerda que en un mercado de hiper-oferta como este a veces la diferencia es algo muy concreto. Sin embargo, necesitas ese trocito de información porque conforma el 5% de “unicidad” sobre la que se construye la marca y todo su universo.

Estos son los tres aspectos esenciales que necesitas tener claro antes de lanzarte a diseñar el logo o la web. Sin estos tres puntos, en realidad solo tienes una idea, pero es una idea que todavía no está validada por el mercado ni por la reflexión.

Si lo que necesitas es acabar de definir estos tres aspectos antes de lanzarte con la comunicación y la vestimenta de tu proyecto, podemos ayudarte con una sesión de mentoría en donde te guiaremos para que puedas darle forma a tu emprendimiento. ¿Hablamos?

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