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Less is more, quita ruido

La práctica del “less is more” no se ciñe solo al ámbito del diseño ya que el budismo como filosofía aboga también por la simplificación como la base de la felicidad.

En el ámbito del diseño, el “less is more” es una práctica básica que muchas veces se pasa por alto y que debería ser parada obligada en cualquier proceso creativo.

 

¿Qué significa less is more?

En su traducción al castellano “less is more” significa “menos es más”. Es uno de los primeros conceptos revolucionarios que aprendes en la carrera, esta especie de contradicción en sí misma de ganar quitando. Lo que quitas es el ruido, lo accesorio, los elementos que no tienen mayor importancia. El “less is more” te obliga, entonces, a aprender a mirar de manera sintética, sabiendo y entendiendo cuándo algo sobra. El “less is more” quita lo que no tiene un sentido y lo que no responde a una globalidad. El “less is more” es la práctica del foco por excelencia.

¿Cuándo se aplica el “less is more”?

En cualquier proceso de diseño, ya sea cuando creamos piezas visuales o cuando diseñamos procesos y flujos de interacción, aplicar la filosofía “less is more” y tenerla presente como parte del proceso, es un hábito que te permite definir un diseño pulido, pensado y enfocado.

¿Cómo se aplica el “less is more”?

El “less is more” constituye la esencia misma del diseño. Digamos que, sin este trabajo de simplificación y foco, el diseño no está acabado. Cualquier pieza de diseño necesita pasar por la fase de “less is more”. Es cuando la cuestionas y cuando pones en duda tu propia creación, cuando pruebas quitar elementos hasta reducirlos hasta el mínimo indispensable. En el diseño de logotipos la práctica del “less is more” se hace especialmente importante. Cuando un logotipo requiere de muchos elementos inconexos para explicar una idea, puedes tener por seguro que allí no hay foco conceptual y que este conjunto de elementos, muy probablemente estén compitiendo entre sí en vez de funcionar globalmente y crear una entidad visual completa en sí misma.

Como todas las técnicas de diseño, el “less is more” es una práctica que tienes que aprender a utilizar hasta que se automatiza y luego ya no diseñas de otra manera. Aquí te dejo mis consejos.

Conviértete en jardinero

Cuando creas que está acabado, haz el ejercicio de probar qué puedes quitar, modificar o simplificar. Se requiere un enfoque mental especial para ello ya que tienes que darte la orden de estar haciendo de jardinero pues se parece un poco a quitar las malas hierbas.

El momento sí importa

Aplica el “less is more” una vez tengas la propuesta tangibilizada, esto es, cuando ya hayas dibujado o bocetado algo. En ese momento necesitas pulir y no antes.

Aprende a sintetizar siempre

Hacer el ejercicio de síntesis es, por ejemplo, saber resumir una película que hayas visto en una frase, saber conceptualizar el argumento de un libro en pocas palabras y, en definitiva, saber resumir mucha información en la mínima indispensable, esto es, comunicar la esencia sin agregar ningún detalle accesorio. Eso es el design thinking, esa es la práctica del “less is more” por excelencia y puedes utilizar tu vida diaria para entrenarla.

Haz del “less is more” una forma de vida

Aunque te parezca una banalidad, el “less is more” es una filosofía en sí muy potente ya que, en este mundo de ruido constante, saber situarte, tomar distancia y sintetizar es de las habilidades que vale la pena entrenar. Existen libros que hablan de cómo ordenar tu armario para conseguir la felicidad o cómo distribuir los muebles de tu casa para mejorar tu calidad de vida. ¡Eso no es más que filosofía “less is more” aplicada a la vida cotidiana!

Como diseñador, el entrenamiento en síntesis y conceptualización que te permite trabajar el “less is more” es útil a nivel aplicativo en tu día a día laboral.
¿Cuántas veces te encuentras con un cliente que tiene un proyecto que no está cohesionado ni siquiera pensado desde la propia estructura?

Nos pasa constantemente, sobre todo en proyectos web en que lo más fácil es pedir lo que ya existe o lo que tiene mi competencia. Si tú has aprendido a pensar sintética y conceptualmente, sabes quitar el ruido que el propio cliente te transmitirá, sabes leer por debajo de su necesidad de copiar a la competencia, sabes conceptualizar y entender su modelo de negocio y sabes, por último, ofrecerle una web pensada para su empresa desde la misma estructura, mucho antes de bajar líneas gráficas.

 

El “less is more” nos convierte en diseñadores pensantes, en verdaderos design thinkers. Ese debería ser el objetivo de un/a diseñador/a y no aplicar nuestra destreza visual al servicio de proyectos que en muchos casos no están conceptualizados.

Carina Stinga

Estrategia, marca y comunicación 

Profesora UOC | Mentora BCN Activa

Como experta en branding y comunicación digital, acompaño a negocios, profesionales y PyMES a poner al día su visibilidad en internet para pasar de ser una marca indiferenciada a ser una marca que deja huella.

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