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Marca personal, entre la identidad corporativa y el desarrollo personal

La marca personal, de la que escribo bastantes artículos, es una aplicación del branding a un nivel más individual. Al nacer de las raíces del branding, aplica sus mismos principios, que es interesante conocer para entender de qué va. Pero no todo acaba allí ya que la marca personal entronca con algo que ya existe, es dinámico y está en constante movimiento como eres tú misma/o.

Es por eso que a la marca personal le llamo la disciplina que está a medio camino entre la identidad corporativa y el desarrollo personal.

Nos cuesta darnos cuenta que esto de la marca personal tiene que ver con nosotros/as ya que por el título que lleva parece reservado a managers o directivos de grandes empresas. Sin embargo, no es así y cuanto antes te des cuenta que la marca personal es una variable de ti mismo/a que puedes trabajar para mejorar tu posicionamiento mental en los demás, antes pondrás manos a la obra.

¿Quiénes y cuándo necesitan trabajar su marca personal?

Si eres un profesional que ofrece sus servicios, necesitas diferenciarte del resto de profesionales que ofrecen los mismos servicios. Esto vale para: abogados/as, contables, diseñadores, informáticos/as, psicólogos/as, consultores, arquitectos/as, periodistas, ilustradores, médicos y un gran etcétera.

Si tienes un despacho profesional y necesitas atraer clientes, trabajar tu marca (que no es tu logo) constituye el punto de partida para crear tu propuesta de valor y por ende tu diferenciación en la mente de los posibles consumidores.

Si estás en una organización grande, en donde visibilizarse es difícil, trabajar tu marca personal es una manera de dar los pasos hacia el ascenso que estás deseando.

Si estás en búsqueda activa de empleo, sin dudas la marca personal es una apuesta de valor que te permite explotar tu diferenciación y convertirte en el/la candidata escogida.

¿De qué va la marca personal?

La marca personal tiene un componente tuyo, íntimo y personal al que le diseñas un envase coherente que te permite vehicularlo y diseminarlo en 360º por todo alrededor. Por lo tanto, la marca personal se apoya en el desarrollo personal (tienes que conocerte y sacarte partido) y en la identidad corporativa (necesitas contar con una identidad visual que represente tu esencia y que te permita explayar tu identidad allí donde vas).

La marca personal trabajada al detalle implica también cómo te vistes, cómo escribes, cómo hablas, cómo contestas el teléfono y cómo te mueves en general. Como todo proceso de branding estratégico, no hay nada que debería quedar al azar ya que todo simboliza y todo comunica. Se trata de controlar todos los elementos que comunican para que comuniquen aquello que te pone en valor y que ensalza tu diferenciación.

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¿Cómo empiezo a trabajar mi marca personal?

Si te he convencido de que lo que necesitas para ser un diseñador con muchos clientes, un abogado con el despacho a rebozar o un periodista con encargos es la marca personal, ya vas por buen camino.

El 90% de los profesionales liberales creen que su propuesta de valor pasa por los servicios que ofrecen o por tener un portafolio bonito en el caso de los diseñadores, ilustradores y arquitectos. ¡Nada más alejado de la realidad!

En mercados saturados, o te diferencias por marca, o eres uno más. Y sabes ¿por qué? Porque se da por sentado que como abogado sabrás llevar un divorcio, como lo sabrá llevar el abogado de la otra manzana y el del despacho de la esquina. Tus habilidades no te diferencian, son tu punto de paridad. Tu marca, en cambio, constituye tu punto de diferencia, allí donde eres único/a.

Para trabajar tu marca personal primero tienes que conocerte y tener tu mapa personal. Este proceso es indispensable para encontrar tu sitio en el mercado ya que tus motivaciones y esos intereses que te hacen chispas son los elementos diferenciadores de tu perfil profesional.

Lo creas o no, tu yoga tiene que ver con tu desarrollo profesional, lo mismo que tu curso de cocina o tu pasión por el bonsái. Todo está encapsulado en la misma persona y esos elementos extra que ya estás trabajando aparte, le aportan a tu profesionalidad aspectos diferenciales y únicos que te recomiendo aprendas a explotar y a hacer confluir con tu actividad profesional principal.

¿Cuándo empiezo?

El proceso de branding personal simplemente es un trabajo de hacer conciente factores que funcionan de manera inconsciente, de conectarlos y de sacarle partido. Aprender a observarse, esto es, ejercitar la auto-observación, es un buen primer paso para empezar a trazar tu mapa personal. El prisma de marca personal es una buena herramienta para empezar a modelizar tu branding. Allí reflejas ese gran conglomerado que eres tú mismo/a pero lo haces desde la perspectiva de una marca, o sea, lo construyes conscientemente y con intención.

¿Si tengo un logotipo tengo marca?

Un logotipo es la expresión de una marca y debería capturar su esencia y saber expresarla, no solo en sí mismo sino en todo el sistema visual que se desprende de él. El problema está en esos logotipos que han nacido fruto de ninguna investigación personal y copiando al profesional de al lado. Esos logotipos, como te podrás imaginar, no son marcas, no expresan una entidad única y personal, son sólo formas inconexas que no acaban de hablar de ti, de tu diferenciación y de tu propuesta de valor.

El universo de la marca personal es un terreno aún por explorar ya que, aunque se ha escrito mucho al respecto y hay muchos gurús que hablan de ello, hay poco enfoque “personal” de verdad. Siempre he creído que la marca personal requiere de un buen psicólogo/a atrás para que te ayude a caminar este camino y es allí donde creo que hay una carencia ya que todo son fórmulas iguales para todos/as cuando las personas somos únicas e irrepetibles.

Carina Stinga

Estrategia, marca y comunicación

Profesora UOC | Mentora BCN Activa

Como experta en branding y comunicación digital, acompaño a negocios, profesionales y PyMES a poner al día su visibilidad en internet para pasar de ser una marca indiferenciada a ser una marca que deja huella.